viernes, 1 de mayo de 2009

Pasatiempo

Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.

Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.

Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.

Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a serla nuestra.
Mario Benedetti

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Hace muchos años que no disfrutaba este poema sobre cómo sentimos el paso del tiempo! Me conmueve, porque una enfermedad en casa nos acerca como nunca a sentir que no somos irrompibles...

Paulina